Tres generaciones forjadas con el temple del desierto
La Sal de los obreros / María Cristina Larco (Extracto)
«Los obreros hicieron frente y vinieron ráfagas.
Un repicar de sirenas, gritos, aullidos de perro y el corro de niños buscando refugio.
… la madre de Iván
con tibieza de pan recién horneado
escondiendo a su niño…»
Para hablar de Iván Ardiles se hace necesario recurrir a los versos de la poeta María Cristina Larco. En ellos se reflejan la visión de una niña de diez años ante la matanza de 1966. En ese entonces, Iván tenía sólo cinco años, él estuvo en el lugar de los hechos.
Como fruto de familia sindicalista, no es de extrañar que se encontrara a tan corta edad en dicho lugar ese fatídico día a la hora de almuerzo, en la fraternidad de una olla común, cuando se enfrentaron solidaridad y represión. Un escritorio de lata le sirvió de refugio, su progenitora lo escondió ahí. Amigos de su padre luego lo sacaron y pudieron poner su vida a resguardo al abrir las latas de las paredes y escapar de la sede sindical. Aún persiste en su mente la visión del recinto lleno de humo por las bombas lacrimógenas y la petición a su madre que prendiera la luz porque sus ojitos le ardían, además de ver como a ella una bala le rozó el brazo. Años después, su padre lo llevaría al lugar de la tragedia y le explicaría lo sucedido, donde aún se podían ver los orificios dejados por las balas… Su padre que trabajó en la empresa desde 1958, fue despedido ese año y recontratado en 1970, 37 años estuvo en la zona.
El nexo sindical viene desde su abuelo Juan Iribarren Funes, quien como carnicero descubrió que los gringos vendían carne de búfalo en vez de vacuno y se atrevió a enfrentarlos. Su lucha sindical fue reconocida al darle al Partido Radical su nombre.
Iván estudió en la Escuela Coeducacional Particular N°1, La Mina. De este moderno establecimiento tiene un recuerdo particular, el fierro para cerrar las ventanas que estaban en el nivel superior de las amplias salas, además la Fiesta del Día del Niño y el profesor Fernando Pizarro, a quien llamaban El negro Pizarro. Del Liceo Diego de Almeida recuerda la Fiesta de Aniversario, el grupo de teatro Tuestino Masadox (de sus diez integrantes, en la actualidad, uno ejerce como actor y director, José Andrés Peña), además los profesores Enrique Lanfranco, Dora Noseto e Hilda Henríquez.
En 1983 entró a trabajar a Cobresal Contratista, primero en la concentradora, luego interior mina, se desempeñó como alarife. 38 años en total estuvo en Codelco. Sus estudios de Administración de Empresa le permitieron llegar a SECDYR, Unidad de Deportes, Recreación y Cultura en 1987, ahí trabajó hasta 1996, luego esta área derivó a Asuntos Públicos. El 2000 hizo un Diplomado de Relaciones Públicas y Protocolo, en la Academia Andrés Bello un curso de Protocolo y ceremonial. Así llegó a ser el Encargado de Relaciones Públicas y Eventos de Codelco División Salvador. Un trabajo que lo satisfacía bastante, lo que grafica en sus propias palabras, “Yo no trabajaba, me divertía”. No esperaba el reconocimiento del jefe, pero sí el cariño de la comunidad. Así, el 2004 fue elegido mejor trabajador por la Gerencia General. Tuvo que ver con los tradicionales fuegos artificiales de Año Nuevo y diversos espectáculos culturales que recrearon a salvadoreños, por ejemplo, el Ballet y Circo Ruso, Inti Illimani, Los Jaivas, La Noche, Los Bunkers, sólo por nombrar algunos. De todos los espectáculos que gestionó hay uno al que le tiene especial cariño, la presentación de Piero para un 1 de mayo. En plena presentación el mal tiempo generó la quema de un transformador, Piero contó que estar ahí le había implicado un largo viaje desde Nueva York-Santiago-Copiapó y por tierra hasta El salvador y ofreció quedarse para presentar el espectáculo como correspondía, sin duda, “Muy noble”.
En los 90, posterior a la remodelación del Cine Teatro Inca, se llevó cine arte de festivales de cine de la Universidad Católica, luego cine comercial al hacer contacto con Alex Doll de Arcadia Film, hay que mencionar que éste es integrante de una antigua familia potrerillana. Las películas hasta el 2018 luego de taquilla de 100.000 personas pasaban a El Salvador. Películas con diferencia de un mes respecto de estreno en Santiago. La exhibición se entregaba en concesión a agrupaciones que requiriesen fondos. La película Cinema Paradiso le llega especialmente. El trabajo de Ardiles, también se extendió al área de dirección de eventos de Club Deportes Cobresal.
De El Salvador está muy correspondido. Tercera generación en la zona. Feliz de haber aportado con el trabajo, disfrutaba estar con la comunidad, muy agradecido de Codelco como empresa estatal, del ex Gerente General Julio Cifuentes. No obstante, comparte el cuestionamiento de muchos respecto de la administración actual, sin una real vinculación con la comunidad, lo que se ejemplifica en que ningún Gerente General desde el 2016 vive en El Salvador, ejecutivos llegan el lunes y se van el jueves. Sólo ven asuntos del trabajo, mayoritariamente.
Respecto del desierto, le tiene un especial cariño, en él ve vida. Ahí el verano y el invierno son muy marcados, sobre todo éste último, del cual recuerda las mágicas nevazones y el calor de la salamandra. Recorrió el Camino del Inca desde Caballo Muerto a Copiapó, una gran experiencia, sin embargo, el desierto también le provoca tristeza, porque en él ha habido muertes, como por ejemplo, inmigrantes que buscando un futuro más próspero se aventuran por pasos no habilitados, le es imposible también olvidar el aluvión.
Sin duda, haber participado en el rescate de los mineros (los denominados 33) fue impresionante. En aquel entonces estaban en plena ejecución de las festividades del Día del Minero cuando se supo del accidente, todo se suspendió. Estuvo a cargo de la logística del campamento Esperanza, ingresó cuando comenzó la operación San Lorenzo, ver el tema de alojamiento, alimentación, combustible, entre otras cosas, un trabajo mancomunado que congregó a las diversas Divisiones de Codelco.
Al igual que los hombres ligados al mundo minero que un día le ayudaron a sobrevivir siendo un niño, también él ayudó a salvar a otros que lucharon por su vida.